domingo, 8 de octubre de 2023

creCIENdo

 

creCIENdo juntos es el lema del Centenario de la Grande Obra de Atocha (1923 - 2023), La Coruña, que es la primera fundación del sacerdote Venerable D. Baltasar Pardal Vidal. 

Desde 1923, las Hijas de la Natividad de María han mantenido vivo el carisma de su fundador, a través de las obras educativas y sociales que se extienden por España y Latinoamérica. Creciendo no sólo en años sino principalmente en familia, uniendo corazones a esta GRANDE OBRA DE FE, ESPERANZA Y AMOR que en palabras de su fundador "se llama grande porque es de los niños, de los pobres y porque es de Dios". 



Desde hace unos días, el cartel del Centenario ya luce en la fachada del Hogar del Gozo, así denominada esta casa en el Instituto secular de las Hijas de la Natividad de María. 

Simbólicamente, los doses forman un corazón y los treses forman la birreta sacerdotal que solía llevar el Venerable D. Baltasar. 

Un corazón al que puden darse muchas interpretaciones. Pero conociendo la historia de la Grande Obra de Atocha y lo importante que fue su promoción de la mujer y su labor educativa hacia los niños, cabe relacionar este corazón con las palabras de D. Baltasar "Los monumentos a los héroes deben levantarse con corazones de madre" o con la frase "Nada hay tan grande en el mundo como el corazón de los niños". Así como con el sentido de unidad y familia que expresaba con la frase "No solamente unidos, sino un solo corazón y una sola alma". Un corazón que también subraya su raíz cristiana cuando tenemos presente que D. Baltasar nos invita a que "Pongamos el amor de Cristo en nuestro corazón y así manifestaremos ese fuego cristiano en los gestos, las palabras, en la voz, en las miradas y en el ejemplo...". 


En Valdepeñas, Ciudad Real, las Hijas de la Natividad llegaron en 2002, hace ya más de 20 años. Y la Asociación "Natividad de María" puso en marcha un centro socioeducativo con el mismo nombre que contribuye a la promoción social y educativa de los menores y también de sus familias.

Cabe destacar que esta labor se realiza con voluntarios y voluntarias; no habiendo personal contratado y sin una subvención fija con la que poder cubrir los gastos corrientes que se generan. Todo lo que se tiene es gracias a la generosidad de las Hijas de la Natividad de María; de instituciones públicas (especialmente el Ayuntamiento de Valdepeñas); privadas, como la parroquia del Cristo de la Misericordia y varias cofradías y hermandades; los propios voluntarios y otros particulares que continúan haciendo posible esta pequeña GRANDE OBRA de solidaridad, cumpliéndose lo que Don Baltasar afirmaba con la frase "Dios se vale de lo pequeño para hacer cosas grandes"

Finalizamos esta reseña con las imágenes del cartel elaborado por los niños y niñas del centro junto a los voluntarios y que hará presente esta celebración tan especial durante este curso.

 

Desde Valdepeñas, nos unimos a todo el Instituto secular de las Hijas de la Natividad de María, para seguir creCIENdo juntos.

FELIZ ANIVERSARIO 

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