Cuando todo el mundo anda quejándose, como si fuese una jaculatoria, de lo mal que están las cosas, nosotros queremos proponeros una celebración. Celebremos el final de la Primavera y el principio del Verano; festejemos las flores y el Sol; "recemos" a la belleza y la luz. Y aplaudamos, sobre todo, que los niños nos recuerdan la esperanza de una vida mejor, construida día a día con el cúmulo de las mejores y más generosas voluntades.
Queridos amigos -niños y niñas, familiares, voluntarios y colaboradores- que paséis un feliz verano. Un fuerte abrazo para todos, lleno de alegría.