martes, 22 de junio de 2021

Evaluación del Curso 2.020-21


Ayer nos reunimos en el centro para realizar la evaluación del curso actual que ha sido especial, accidentado en el transcurso del tiempo y, aún así, tan dichoso porque hemos podido seguir desarrollando nuestras actividades. Decimos que ha sido un curso dichoso porque no hemos padecido ningún contagio producido en nuestro centro y porque hemos seguido llevando a cabo nuestra habitual atención integral a nuestros usuarios y a sus familias. Obviamente nuestra intervención ha sido más discreta especialmente en lo referido al número de niños y niñas atendidos, así como a la cantidad de familias que hemos podido auxiliar.


Durante la sesión de evaluación se expuso, a través de una presentación en Power Point, los resultados del cuestionario de evaluación que cumplimentamos los voluntarios y las voluntarias que hemos podido participar en las actividades de este curso. En ellos se pone de manifiesto la valoración positiva de la intervención realizada, las limitaciones impuestas por el Protocolo de prevención de la covid-19 -que se estableció en el centro- y la previsión de continuidad de la práctica totalidad del voluntariado, incluido el que este curso no ha podido trabajar en él por las circunstancias derivadas de la pandemia. Al final de esa presentación se aportaron propuestas que no se habían incluido en el cuestionario previo. Entre ellas hemos de destacar la necesidad de intensificar y articular más eficazmente la coordinación entre el voluntariado del centro y los maestros tutores de nuestros niños. Igualmente se propusieron mejoras referidas a la progresiva apertura a la intervención en nuestro centro de personas y profesionales destacados de nuestra localidad con objeto de enriquecer la formación de nuestros usuarios y retomar talleres como los de Deporte, Música y Teatro.

 

Al final de la reunión Flor, en nombre de la asociación, del centro y de las Hijas de la Natividad de María, entregó a Maite, nuestra voluntaria y PTSC durante varios años, un pequeño obsequio como muestra del agradecimiento de las tres entidades mencionadas por su extraordinaria e ingente labor desarrollada en favor de nuestros usuarios y familias.


La directora del centro, por su parte, le dirigió unas entrañables palabras poniendo en valor su trabajo y ponderando su abnegada dedicación profesional y personal. 

Finalmente, Maite leyó un hermoso texto escrito por uno de nuestros usuarios -un niño senegalés- que la emocionó a ella y a los demás asistentes.

 

Desde estas páginas queremos agradecer también la inestimable ayuda de nuestra compañera Maite y asegurarle que siempre permanecerá en nuestro recuerdo y que siempre tendrá las puertas de este centro abiertas para lo que pueda necesitar de él y de nosotros.

MUCHAS GRACIAS 

Y MUCHA SUERTE, MAITE. 


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