El pasado sábado, día 17 de este mes, celebramos en el paraje natural de El Peral nuestra habitual Convivencia de fin de curso. A ella asistimos voluntarios, familiares, amigos y niños y niñas de nuestro centro.
Fue un día muy caluroso que nos obligó a extremar las medidas de precaución habituales para una adecuada conservación de los alimentos y para la conveniente hidratación, particularmente de los niños. No obstante, fue una estupenda ocasión para compartir, para convivir y para celebrar el final de un curso que ha llegado a buen puerto gracias al esfuerzo de todos y cada uno de los participantes en el Proyecto Socioeducativo que estamos llevando a cabo en nuestro centro.
Los niños y las niñas se lo pasaron en grande disfrutando del entorno, empapándose de agua y jugando en buena armonía.
Y llegó el momento de la comida y de compartir lo que cada uno llevaba preparado de casa. ¡La mayor parte de los platos eran verdaderas exquisiteces!
Después de la comida llegaron un par de payasos entrañables: nuestra Dolores (que es una bendita pero que no quiere que se lo digamos a nadie) y nuestro Miguelón que es la mar de gracioso (y todos pudimos confirmarlo). Ambos nos hicieron pasar un buen rato de diversión y risas.
Más tarde se montó un bingo en el que se sortearon varias lineas y cartones y en el que se entregaron diversos regalos a los ganadores.
Finalmente se ofreció una pequeña merienda para quien la quiso tomar y fuimos a buscar al autobús que nos había traído y que ahora nos devolvería a Valdepeñas.
En este punto hemos de agradecer, una vez más, a la empresa Autobuses Migallón los servicios que nos presta y la amabilidad con que lo hace.
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